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Lucio Cabañas, una historia que no debemos repetir

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SOMOSMASS99

Agustín Galo Samario / SomosMass99

Ciudad de México / Jueves 17 de diciembre de 2020

Lucio Cabañas Barrientos cumplió este mes un doble aniversario: el de su nacimiento, hace 83 años; y el de su muerte, 46 años atrás. Nació el 15 de diciembre 1937 en la comunidad El Porvenir, en la Sierra de Guerrero, y falleció el 2 de diciembre de 1974 en Tecpan de Galeana. Por mano propia, para no permitir que el Ejército lo detuviera, desapareciera y asesinara, como había hecho ya con varios de sus compañeros del Partido de los Pobres que habían optado por la vía armada para lograr la justicia y la libertad que no habían alcanzado después de luchar de forma pacífica.

Lucio Cabañas Barrientos. | Foto: Memoria Política de México.

Fue maestro rural, cuenta su hermano David Cabañas. Tomó las armas en una época en que ,”se decía, los gachupines eran dueños de todo, eran dueños del transporte marítimo, de las lanchas, eran dueños del marcado, de todos los alimentos venidos del mar, hoteles. Y los que eran originarios de ahí tenían poco espacio o nada”.

Esos son los antecedentes que permiten a David entender lo que pasaba, sobre todo en los discursos que Lucio daba en Atoyac, que como estudiante normalista empieza a destacar “como un hombre de ideas políticas claras, siempre del lado de nosotros, de los de abajo, siempre defendiendo la escuela, luchando por una mayor matrícula para que hubiera más estudiantes, un mayor apoyo económico del gobierno federal o del estado, lo cual no se daba y siempre, hasta hoy el gobierno del estado hace esfuerzos para desaparecer la Normal de Ayotzinapa (…) Lucio empieza a destacarse con las ideas de los revolucionarios de aquellos tiempos, con la búsqueda de justicia, de libertad, en contra de la represión, de las injusticias, de los asesinatos de parte del gobierno, de todos los delitos que el gobierno mexicano venía cometiendo”.

Como militante del Partido Comunista se va a la guerrilla. Lucio no rompió con el partido, pero había diferencias marcadas. Así, en 1967 se va formalmente a la guerrilla y llega la clandestinidad. “Ya había un proyecto. De eso soy testigo, porque Lucio siempre habló de la revolución. Desde el 58, 59, 60, Lucio se hizo de una simpatía enorme en la costa, en Atoyac. Recuerdo que tenía la costumbre de siempre hablar al último, siempre con más claridad exponía todo”, cuenta David Cabañas.

Pasaron años en el monte, con apoyo de los pueblos que apoyaba a las y los integrantes del Partido de los Pobres con alimentos. Ya en 1974, con asesoría del gobierno de Estados Unidos, el Ejército había creado las aldeas estratégicas, concentraciones de habitantes de los pueblos en sitios específicos para controlarlos y quitarle apoyo al PDLP.

“Entonces, el 2 de diciembre (de 1974) en el paraje El Otatal, municipio de Tecpan de Galeana. Lucio se replegaba, tratando de reponer sus fuerzas físicas y de número de elementos, cuando a partir de una delación el Ejército llega al campamento, lo cercan y los compañeros combaten hasta la muerte. René había sido alumno de Lucio en sexto año, Lino Rosas Pérez, Arturo, un campesino del rumbo de Iguala, que son los que quedaban en ese momento, son cercados y ahí mueren valientemente”.

Lucio no se dejó capturar, prefirió morir por mano propia. Esto se supo mucho tiempo después, allá por los años 90, cuando periodistas encontraron en el Archivo General de la Nación una carta de Benito Tafoya, un soldado que estuvo en el cerco y les pedía a sus hermanas no participar en ninguna actividad política. “No quiero que les pase nada, yo fui testigo de como a unas muchachas las capturaron, las torturaron, las violaron y después las asesinaron”, y con esa preocupación dice: “Yo estuve en el cerco de Lucio Cabañas y a Lucio no lo matamos nosotros, Lucio se suicidó”.

Este relato importa mucho, dice David Cabañas, porque conocer estas realidades permite valorar nuestra historia, que nos dice porqué Villa fue Villa, porqué Zapata, Zapata, porqué Rubén Jaramillo, porqué Hidalgo, porqué Morelos. “Todos, en este sentido, tenemos una razón de ser y la razón fundamental es la búsqueda de la justicia, de la soberanía y de la libertad, que en síntesis es la felicidad de los pueblos, la felicidad de nuestro pueblo. Los luchadores sociales es lo que buscamos, la felicidad de los nuestros, la felicidad de la humanidad”, añade David Cabañas.

Pero la historia después de la muerte de Lucio siguió. Los sobrevivientes del PDLP se refugiaron en las ciudades. David Cabañas huyó “tratando de salvar la vida, salvando lo que nos quedaba de compañeros, de convicciones y de objetivos, que era a pesar de todo hacer la revolución de México, de lo cual nunca desistimos y hasta hoy en la legalidad no desisto del objetivo socialista como proyecto político”.

Entonces, como en la sierra, siguieron en la clandestinidad. Así pasaron los años para David, hasta que el 12 de junio de 1990 es detenido en la Ciudad de México, ya en el sexenio de Carlos Salinas de Gortari.

“Pasé por las torturas, la desaparición forzada, nada más que tuve la suerte de que ya fue en otro momento, por una parte, y por otra porque los compañeros desde la clandestinidad obligaron a presentarme. Volaron la Nissan en Oaxaca, volaron las oficinas de Turismo en Acapulco, ametrallaron las casas de cambio de la Ciudad de México (…) En ese momento Salinas de Gortari estaba en Japón ofreciendo condiciones en México para que vinieran a invertir, que había un país en paz, que no había problemas (…) Y eso fue lo que dio lugar a que Salinas de Gortari se viera obligado a ordenar nuestra presentación”.

Y antes de la muerte de Lucio, el 26 de noviembre de 1974, su familia había sido detenida en Tixtla, cerca de Chilpancingo. “Mi familia -relata David Cabañas- desde los 70 tenía que vivir clandestinamente y prueba de ello es que el Ejército llegó por mi madre al pueblo, pero ya había pasado a la clandestinidad para evitar ser detenida, sólo por ser madre de Lucio. Pero ese día son detenidos diez familiares míos: mi madre, mis hermanos, mi cuñada que era la esposa de Lucio, mi cuñado, esposo de mi hermana que me sigue en edad. Ya antes había sido detenido y desaparecido mi cuñado en el 71, el esposo de mi hermana Facunda, la mayor; había permanecido como un año desaparecido en el Campo Militar Número 1 y lo habían liberado. En el 74 detienen a mis hermanos, mis sobrinos, mis cuñados y a la hija de Lucio, que tenía dos meses de edad, a mi madre que tenía cerca de 60 años. Fueron llevados al Campo Militar Número 1, donde permanecieron en calidad de desaparecidos casi dos años. Nunca les dijeron por qué ni para qué, simplemente los tuvieron ahí. Lo que puedo decir es que mi familia apareció porque Lucio murió. Si no, no hubieran aparecido nunca. Mis hermanos que salieron del Campo Militar Número 1 viven aquí en la Ciudad de México, ya no volvieron al pueblo. Mi madre murió en el 97 allá en su pueblo natal. En el 97 yo estaba preso en Almoloya, no pude ir a su sepelio (…) Salí el 31 de agosto del 98, ocho años y nueve meses después, y salí absuelto, no hubo delito que perseguir”.

Fotos: Periódico Central.

Desde que Lucio comenzó la movilización, añade, “toda persona que tuviera apellidos como los nuestros era sospechosa de ser parte del movimiento guerrillero y había que perseguirlos, había que detenerlos y había que torturarlos a ver cuánto decían”. Así, de la familia Cabañas, desde el día que murió Lucio hasta la fecha, hay 252 parientes detenidos-desaparecidos. Los últimos dos eran normalistas de Ayotzinapa, de los 43: Cutberto Ortiz Ramos y Bernardo Flores Alcaraz.

Aunque Lucio está en otra dimensión, aunque yo estoy sobre la tierra, “no estoy lejos de Lucio, de lo que ha sido Lucio, de todo el ejemplo que fue y de todo lo que sigue siendo Lucio. Política e ideológicamente estamos ahí, digámoslo así, estamos en contacto, coincidiendo con todo, manteniendo en lo más alto las banderas que dieron origen a la lucha guerrillera del PDLP. Ahora no como lucha armada sino como lucha legal, sosteniendo en alto los objetivos, la ética, los principios. Y yo soy fundador de Izquierda Democrática Popular, y como eso, para nosotros Lucio es nuestra guía, nuestro ejemplo a seguir”.

La entrevista completa se puede ver en el video:

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