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Agustín Ramírez Agundis*
Miércoles 31 de marzo de 2021
En enero el INEGI publicó en su página los resultados básicos del Censo 2020 con los datos levantados y procesados a lo largo del año pasado. Próximamente, el INEGI presentará los datos complementarios.
El propósito de este artículo es analizar algunas de las cifras que arroja el Censo relativas al estado de Guanajuato, en particular las correspondientes a la educación que reciben niñas, niños, adolescentes y jóvenes guanajuatenses.
Nos señala el Censo que en Guanajuato vivimos 6 millones 167 mil personas, lo cual implica un crecimiento poblacional de 680 mil 562 habitantes respecto a los que se registraron en el censo del 2010. Es importante hacer notar que el 44% (2 millones 728 mil) de las y los guanajuatenses tienen menos de 25 años, lo cual implica una demanda significativa en la atención que deben brindar a la población los servicios educativos, entre otros. También, el Censo nos indica que el 62% de la población de Guanajuato tiene entre 15 y 59 años, por lo cual el llamado Bono Demográfico sigue siendo en nuestro estado una gran oportunidad, pero, a la vez, un reto en cuanto a satisfacer los requerimientos de empleo y de educación media superior y superior, que exige este importante sector poblacional.
Pasemos específicamente a analizar un indicador del panorama educativo que se puede evaluar con el Censo del 2020 para nuestro estado, utilizándolo como instrumento de recopilación de información.
La verdad es que las cuentas no son favorables en lo que se refiere a ese indicador que se conoce como tasa de inasistencia escolar, que es de suma trascendencia, en tanto que señala si niñas, niños, adolescentes y jóvenes acuden o no a la escuela, más allá de si están o no matriculados.
El Censo del 2020 nos dice que 30 mil 727 niñas y niños guanajuatenses de entre 6 y 11 años no asisten a la escuela, lo cual significa que de cada mil niños o niñas que debieran asistir a clases en la primaria, 46 en realidad no lo hacen.
Esta situación es más grave en el caso de quienes tienen entre 12 y 14 años, edad en la que la mayoría de niñas, niños y adolescentes debieran estar cursando la secundaria. El Censo manifiesta que son 38 mil 225 guanajuatenses en ese rango de edad los que no asisten a la escuela, en términos relativos eso significa una tasa de inasistencia de 117 por cada mil.
Desafortunadamente, la situación va empeorando a medida que revisamos mayores niveles educativos. El Censo nos dice que son 116 mil 221 los guanajuatenses de entre 15 y 17 años que no asisten a la escuela. En términos relativos, la situación es que de cada mil jóvenes en ese rango de edad, son 350 quienes no estudian, más de la tercera parte. Cabe señalar que ese rango corresponde a la edad idónea para realizar los estudios de nivel medio superior.
La gravedad de la situación en Guanajuato en cuanto a la tasa de inasistencia escolar es más notoria cuando comparamos los datos del Censo del 2020 con los del Censo del 2010 del propio estado. La tabla siguiente muestra la tasa de inasistencia a la escuela por cada mil habitantes para las edades comprendidas entre los 6 y los 17 años, con base en los resultados del Censo de 2020[1] (segunda columna) y en los del Censo de 2010[2] (tercera columna).
Guanajuato, tasa de inasistencia a la escuela por cada mil, 2020 vs 2010 | ||
Edad | 2020 | 2010 |
06 años | 51 | 34 |
07 años | 45 | 24 |
08 años | 45 | 21 |
09 años | 45 | 22 |
10 años | 46 | 25 |
11 años | 48 | 26 |
12 años | 81 | 41 |
13 años | 114 | 92 |
14 años | 156 | 155 |
15 años | 283 | 243 |
16 años | 363 | 445 |
17 años | 416 | 538 |
Fuente: Elaboración propia con datos del INEGI.
Aquí, es evidente que entre el censo del 2010 y el del 2020 hubo un profundo retroceso en todas las edades, a excepción de las de 16 y 17 años, donde se registra un avance. En una década, la tasa de inasistencia a la escuela para los guanajuatenses de entre 6 y 14 años (edad en la que se debe cursar la primaria y secundaria) creció de 48 a 70 por cada mil.
La siguiente tabla muestra información similar de inasistencia escolar, sólo que en ésta se incluyen los datos correspondientes a Guanajuato (segunda columna) y los relativos a la media nacional (tercera columna), ambos de acuerdo al Censo de 2020.
Censo 2020, tasa de inasistencia a la escuela por cada mil, Guanajuato vs media nacional | ||
Edad | Guanajuato | Media nacional |
06 años | 51 | 53 |
07 años | 45 | 43 |
08 años | 45 | 42 |
09 años | 45 | 41 |
10 años | 46 | 44 |
11 años | 48 | 45 |
12 años | 81 | 67 |
13 años | 114 | 94 |
14 años | 156 | 124 |
15 años | 283 | 211 |
16 años | 363 | 275 |
17 años | 416 | 329 |
Fuente: Elaboración propia con datos del INEGI.
Como se puede observar, la tasa de inasistencia a la escuela en Guanajuato es mayor que la media nacional para todas las edades, a excepción de los 6 años. Desafortunadamente, esa brecha entre el desempeño de Guanajuato con respecto a la media nacional es más pronunciada para la juventud guanajuatense de entre 15 y 17 años, edad considerada idónea para cursar la educación media superior; la diferencia es de 87 jóvenes que no asisten a la escuela por cada mil en la edad de 17 años, es decir, 416 en Guanajuato contra 329 que es la media nacional.
Es de resaltar que la información recabada mediante el censo es proporcionada directamente por la gente, por lo cual tiene la mayor veracidad y refleja en mayor medida la realidad. En este rubro en particular, el Censo desmiente a la Secretaría de Educación de Guanajuato (SEG) en cuanto a sus cálculos. La SEG, en sus cifras alegres, asevera que en el ciclo escolar 2019-2020 se escolarizó “en primaria a la totalidad de 6 a 11 años y en secundaria al 92.3% de 12 a 14 años”[3]. La gente, a través del Censo, como se dijo líneas atrás, nos alerta de que más de 30 mil niños y niñas de 6 a 11 años no asisten a la escuela y que sólo asisten 88.3% de quienes tienen entre 12 y 14 años.
Caben dos preguntas. Primera, ¿por qué en Guanajuato decenas de miles de niñas, niños, jóvenes y adolescentes no van a la primaria, a la secundaria y a la prepa? Segunda, ¿a qué dedican su tiempo en lugar de estar en las aulas formándose como individuos y ciudadanos?
La respuesta a la primer interrogante seguramente tiene que ver con las difíciles condiciones en que vive un gran número de familias en el estado y al profundo deterioro que ha sufrido el tejido social a lo largo de décadas en las que la máxima preocupación gubernamental ha sido el crecimiento económico y no el bienestar de la población en su conjunto.
En cuanto al segundo cuestionamiento, pueden ser muchas las respuestas, pero cualquiera que sea la actividad a la que destinan su tiempo y su energía los guanajuatenses en edad escolar en lugar de estudiar, no es positiva y, sobre todo en lo que se refiere a las y los adolescentes y jóvenes, es muy alto el riesgo de caer en conductas antisociales o francamente delictivas, ya sea en este momento o posteriormente, debido a la carencia de una formación sólida en muy diversos aspectos, principalmente en valores cívicos y sociales.
El Guanajuato grandeza de México que nos impuso el gobierno del estado como consigna en las placas de los automóviles nada tiene que ver con la realidad que se vive en la entidad. La cada vez más insostenible situación de inseguridad que se refleja en todos los ámbitos de la vida de nuestro estado tiene como origen esa equivocada política que ignora las necesidades y aspiraciones de la gente, entre ellas, desde luego, la de contar con las condiciones mínimas requeridas para asistir a la escuela con gusto y dedicación.
Es difícil concebir la existencia de niñas o niños que no vayan con gusto a la escuela, que quieran abandonarla. Hoy mismo, en la situación escolar a la que nos ha obligado la pandemia, no hay mayor añoranza para los infantes que la de sus patios y salones de clase, la de la convivencia con sus compañeras y compañeros, la de las palabras, el cariño y el acompañamiento de sus maestras y sus maestros.
Recordemos las palabras de Paulo Freire: “En realidad no hay niños que se evadan de las escuelas, así como no los hay fuera de éstas −como si no estuviesen dentro solamente porque no quieren−, sino que hay alumnos a quienes en ocasiones se prohíbe entrar en las escuelas y a veces permanecer en ellas”[4].
Referencias:
[1 ]www.inegi.org.mx/programas/ccpv/2020/default.html#Tabulados
[2] www.inegi.org.mx/programas/ccpv/2010/#Tabulados
[3 ]www.seg.guanajuato.gob.mx/SIIE/SitePages/Indicadores.aspx?indicador=et
[4] Paulo Freire, Cartas a quien pretende enseñar, Siglo Veintiuno Editores.
* Esta es una colaboración del Colectivo Miguel Hidalgo, de Celaya, Guanajuato, al que pertenece el autor.
Foto de portada: Meg Boulden (@mboulden) / Unsplash.
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