Salud y Belleza > Noticias > Estephanie Rubí, un feminicidio a los 13 años

Estephanie Rubí, un feminicidio a los 13 años

5/5 - (1 voto)

SOMOSMASS99

LA COLUMNA ROTA

Frida Guerrera*

Jueves 14 de diciembre de 2017

“No son las catástrofes, los asesinatos, las muertes, las enfermedades las que nos envejecen y nos matan; es la manera como los demás miran y ríen y suben las escalinatas del bus”

— Virginia Woolf

Luis Alberto Hurtado Mora ya había decidido violar y asesinar a Estephanie Rubí Estrada Garibay. Aquel 19 de abril de 2017 fue el día que eligió en Uruapan, Michoacán, para  hacerlo. Un día antes estuvo enviándole mensajes para que se presentará a trabajar. La niña acababa de estar de vacaciones de semana santa, había entrado a la purificadora de agua que se encontraba a sólo tres cuadras de su casa, donde Luis Alberto era el encargado. Claudia Garibay Huitzacua, madre de Rubí, permitió que la menor trabajara para que supiera que ganarse la vida como empleada no era sencillo. Además, ya estaba grandecita y el lugar estaba muy cerca de casa.

Ese miércoles la niña tomó su licuado y salió de casa rumbo a su trabajo. Había que llegar temprano. Luis Alberto le había pedido que aunque ya no trabajara ahí fuera a apoyarle; esas eran las instrucciones que el hombre de 36 años le había dado. Ya en la puerta, Rubí se regresó y le dijo a Claudia “te amo”. Esa fue la última vez que su madre la vio con vida.

Estephanie Rubí, tenía trece años. Nació el 2 de junio de 2003 en Uruapan, Michoacán. Era la hija mayor de Claudia Garibay Huitzacua. Cuando Rubí nació el padre de la niña decidió alejarse, por lo que Claudia fue madre soltera, tenía 16 años y mucho miedo cuando la bebé llego a su vida. Pero eso también la impulsó a estudiar y trabajar para darle a su nena lo que necesitara sin tener que estirarle la mano a nadie.

La hora de llegada de Rubí a casa era a las 14:00, así que al ver que eran las 14:30 la madre, ya preocupada, se dirigió a la purificadora. Al preguntar por Rubí le hicieron saber que la niña nunca llegó y que Luis Alberto ya no trabajaba en el lugar. Se dirigió nuevamente a su casa, le llamó vía telefónica a Luis Alberto, que le hizo saber que la niña “estaba en el cine”. La madre insistió en que le dijera la verdad. Después le dijo que la niña le había pedido que le mandará esos mensajes para poder salir de casa. Claudia no le creyó y le increpó que no era posible que un hombre adulto se prestará a ese tipo de juegos. Las horas pasaban y su hija mayor no llegaba a casa, por lo que se dirigió a la Agencia del Ministerio Público de Uruapan a poner la denuncia por la desaparición de Rubí. La respuesta de los Agentes del Ministerio Público fue la misma que la que reciben la mayoría de las madres en todo el país. Al cuestionarle la autoridad cuántos años tenía la niña, le respondieron: “A esa edad las niñas se van de sus casas con el novio o porque están embarazadas, va a ver que al rato regresa”.

La madre estaba desesperada porque tenía que dejar que pasaran 48 horas. Así se mantuvo despierta toda la noche, no había manera de llamarle a la niña porque ella no portaba celular, el que tenía lo había dejado.

El 20 de abril, la hermana de Claudia llegó a casa en compañía de una amiga regidora del municipio, quien acompañó a la joven madre a poner nuevamente la denuncia. Por la presión que ejerció la funcionaria, la denuncia fue tomada. Claudia se encontraba ya frente al Ministerio Público. Durante todo el día luego de preguntarle si traía consigo una foto de Rubí y mostrárselas, los agentes se hablaron con contraseñas. Desde ese momento la pasaron con el fiscal regional, luego a otra oficina, después a desaparecidos. Sin decir nada, sin explicación alguna, “me preguntaron si mi hija usaba collares. Conteste que sí. Me mostraron uno de estrella de mar y lo reconocí, era de mi Rubí. En cuanto dije que sí, me pasaron con la psicóloga. No entendía qué pasaba, por qué me hacían tantas preguntas, por qué tantos misterios, y sin decirme más la psicóloga me respondió”:

– Ah, no quiere rodeos… Bueno, le diré que encontramos en el río un cuerpo de una chica con las características de su hija y debe de verlo ¿Está preparada para hacerlo?

“Cómo iba a estarlo, sentí cómo la sangre se me heló entre las venas. Salí de esa oficina y vi a mi madre y a mi hermana salir de otra oficina. Estaban llorando, mi hermana me miró y agachó la cabeza, ahí supe que sí era Rubí”.

El cuerpo de la pequeña Rubí de tan solo 13 años según informaron las autoridades a Claudia, fue encontrado en el río Cupatitzio, atorado en una piedra a 20 metros de unas compuertas que destrozan todo lo que el agua lleva. Si no se hubiera atorado ahí nunca la habrían encontrado. La pequeña había sido estrangulada, tenía un calcetín amarillo en la boca, fue violada anal y vaginalmente.

Claudia nos hizo saber que las investigaciones de las autoridades señalaron a Luis Alberto Hurtado Mora de 36 años como principal sospechoso. Obtuvieron los datos del domicilio, percatándose que ya no se encontraba en el lugar. La policía realizó el cateo correspondiente en la habitación de Luis Alberto y encontró en el colchón cabellos de Rubí, fotografías de la niña, de Claudia y muchas pequeñas más, ropa interior de niñitas, además un ticket de una tienda comercial con una recarga hecha a las 15:35 del 19 de Abril, día en que desapareció la niña. Por eso se dirigieron a la tienda y solicitaron los vídeos de las cámaras de vigilancia en donde se pudo observar la llegada del vehículo de Luis Hurtado y a Rubí de copiloto. La pequeña, detalla Claudia, se veía como dormida. El individuo baja del vehículo, realizó la recarga y se aleja nuevamente en el vehículo.

A un mes del ataque a la pequeña el presunto responsable fue detenido por una denuncia anónima. Luis Alberto Hurtado Mora fue vinculado a proceso abreviado por el feminicidio de la pequeña Rubí, dentro de la causa penal 00066/2017 que se instruyó por el hecho que la ley señala como delito de homicidio calificado, en agravio de la víctima. El 16 de octubre de 2017 se llevó a cabo la última audiencia ante el licenciado Eduardo Ruiz, de esta ciudad. Ahí finalmente el juez de Control y Enjuiciamiento del Sistema de Justicia Penal, Acusatorio y Oral, Región Uruapan, emitió un fallo condenatorio. Luis Alberto fue condenado a pasar catorce años de prisión y la reparación del daño fue por cien mil pesos.

La Procuraduría General de Justicia del Estado dio a conocer durante la detención que el sentenciado estaba involucrado, como presunto responsable, en el feminicidio de Elizabeth Pascual Sánchez de 19 años, la cual fue desaparecida y su cuerpo hallado en un hotel de Hermosillo, en el Estado de Sonora. El sujeto que se registró para conseguir la habitación lo hizo con el nombre de Luis Alberto Hurtado de 32 años. El presunto responsable del feminicidio de Elizabeth nunca fue detenido, se refugió en Urupan donde por segunda ocasión arrebató la vida, ahora la de Rubí.

Cada vez que llegaban estos tiempos de fríos Estephanie Rubí Estrada Garibay, que estudiaba segundo año de secundaria y tenía uno de los mejores promedios de la escuela técnica 102, reunía juguetes, abrigos, cobijas, hacía piñatas, que llevaba a regalar para quienes lo necesitaran en los albergues de Uruapan. Siempre pensaba en los niños que tenían frío en estos días. Este año, seguramente, ellos también la extrañarán.


* Comunicadora libre, bloguera mexicana.

¿Quieres contar una historia de feminicidio, desaparición o intento de feminicidio? Búscame, ayúdame a visualizarlas.

@FridaGuerrera

[email protected]

Artículos Relacionados

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *