SOMOSMASS99
Edgar Cortez
Martes 27 de agosto de 2019
Aún resuenan muchos ecos de las marchas realizada por miles de mujeres en la Ciudad de México y en otras ciudades, reclamando la constante y creciente violencia que viven y la incapacidad de las autoridades para protegerlas y garantizarles justicia.
La indignación es enorme y al no existir vías institucionales eficientes para detener las muertes y ataques en contra de millones de mujeres, la única manera de lograr conciencia e indignación social han sido estas expresiones de hartazgo que esperemos sean un llamado de atención tanto para las autoridades como para la sociedad.
Entre las muchas cifras que sustentan la indignación de las mujeres están datos como los siguientes:
- 7 de cada 10 mujeres mayores de quince años ha sufrido algún tipo de violencia, la mayoría de tipo emocional y sexual
- 9,000 mil mujeres fueron desaparecidas entre 2012 y 2017
- 9 mujeres o niñas son asesinadas diariamente
- 6,297 mujeres fueron asesinadas entre 2014 y 2017 en 25 estados del país
- 85% de las víctimas de trata fueron mujeres y niñas entre 2012 y 2017
De acuerdo con cifras del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública, entre enero y julio de 2019 se iniciaron 540 carpetas de investigación por feminicidio. Número 150% mayor que las registradas en los mismos meses de 2015 que fueron 216 carpetas. Es decir el promedio diario pasó de 1 a 2.5.
Con datos del mismo Secretariado, durante los primeros siete meses de 2019 se abrieron 9,928 carpetas por violación sexual, mientras que en el periodo similar de 2015 el número fue de 7242. Lo que representó un incremento de 37%.
Las movilizaciones fueron una fuerte llamada a las acciones efectivas para revertir la situación. ¿Qué podrían hacer al respecto las autoridades?
Lo primero sería profundizar en la comprensión el fenómeno de la violencia contra las mujeres así como evaluar cuánto resultado han dado medidas como las alertas de violencia de género, los actuales tipos penales, cuánto se ha desarrollado la capacidad de investigar por parte de las Fiscalías en delitos como el feminicidio y la violación sexual.
Lo segundo sería establecer una efectiva estrategia de atención que permita, por ejemplo, que las Alertas de Violencia de Género contra Mujeres sean instrumentos agiles, medibles y verificables para asegurar que disminuyen las causas de riesgo para las mujeres.
Generar capacidad de investigación de los delitos como feminicidio, desaparición y violación sexual preparando y profesionalizando a un número significativo de policías de investigación expertos en estos temas así como contar con servicios periciales profesionales y suficientes.
De lo que se trata es pasar del discurso políticamente correcto pero hueco, a la puesta en marcha de políticas públicas de seguridad y justicia concretas, continuas y que las mujeres puedan verificar de manera directa.
Espero que las mujeres mantengan sus protestas hasta obligar a las autoridades a cumplir con el deber de protegerlas y asegurar justicia para todas y cada una.
Imagen de portada: Badac.
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